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En una sociedad tan individualista y disociada, este blog constituye un espacio virtual donde se visibilizan ciertos escenarios que es necesario (re)pensar, con aportes propios o de otros (pedagogos, antropólogos, bioeticistas, teólogos, psicólogos). Los valores éticos del cristianismo son el soporte insoslayable desde donde se observan y analizan estas realidades. Este proyecto es inevitable concebirlo sino desde la "projimidad" y el pensamiento crítico que todos y todas debemos desarrollar.
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17 jul 2011
"Las tácticas del poder de Jesucristo" (Jay Haley, 1969).
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29 abr 2011
Los Nadies (Audio, poster y texto).

Mientras escribo estas breves líneas, escucho la canción de Silvio Rodriguez: "La era está pariendo un corazón", en la (conmovedora, por lo menos para mí) versión de Cristina Fernández/Washington Carrasco.
En la década de 1970, cuando era adolescente -en una época de Argentina (otra más) políticamente bastante destemplada y con muchos interrogantes económicos, en un contexto mundial muy convulsionado y de distintas búsquedas-, leía con fruición la revista "Crisis" donde, entre otros intelectuales, participaba el escritor uruguayo Eduardo Galeano. Duró relativamente poco ese proyecto editorial. Era peligroso promover la observación, el pensamiento crítico, el debate.
En este marco, me (re)encontré hace cierto tiempo con su texto "Los Nadies" y decidimos compartirlo con los oyentes del programa de radio que en ese momento tenía nuestra ONG ("Asuntos de Familia") en la FM 102.3...
"Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata".
Esta línea de sensaciones/pensamientos/imágenes me vuelve a confrontar con la projimidad... y surgen otra vez ciertos interrogantes para plantear-me y plantear-te:
-¿Qué políticas públicas diseñan/ejecutan los Estados de la región para proveer contextos más idóneos a los fines que todos/todas vivamos con dignidad?
-¿Qué modo de percibir y (re)pensar la realidad nos proponen los medios de comunicación?
-¿Qué voz ética levantan las iglesias para advertir de tantas situaciones de oprobio que deterioran a las personas y les invalidan la posibilidad de crecer integralmente?
-¿Reconocemos que en nuestro derredor hay muchos "Nadies" que necesitan de nosotros?
"Debo dejar la casa y el sillón... por cualquier hombre del mundo", repite la canción precitada. Es así. Inmediatamente.
Bendiciones.
En la década de 1970, cuando era adolescente -en una época de Argentina (otra más) políticamente bastante destemplada y con muchos interrogantes económicos, en un contexto mundial muy convulsionado y de distintas búsquedas-, leía con fruición la revista "Crisis" donde, entre otros intelectuales, participaba el escritor uruguayo Eduardo Galeano. Duró relativamente poco ese proyecto editorial. Era peligroso promover la observación, el pensamiento crítico, el debate.
En este marco, me (re)encontré hace cierto tiempo con su texto "Los Nadies" y decidimos compartirlo con los oyentes del programa de radio que en ese momento tenía nuestra ONG ("Asuntos de Familia") en la FM 102.3...
"Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata".
Esta línea de sensaciones/pensamientos/imágenes me vuelve a confrontar con la projimidad... y surgen otra vez ciertos interrogantes para plantear-me y plantear-te:
-¿Qué políticas públicas diseñan/ejecutan los Estados de la región para proveer contextos más idóneos a los fines que todos/todas vivamos con dignidad?
-¿Qué modo de percibir y (re)pensar la realidad nos proponen los medios de comunicación?
-¿Qué voz ética levantan las iglesias para advertir de tantas situaciones de oprobio que deterioran a las personas y les invalidan la posibilidad de crecer integralmente?
-¿Reconocemos que en nuestro derredor hay muchos "Nadies" que necesitan de nosotros?
"Debo dejar la casa y el sillón... por cualquier hombre del mundo", repite la canción precitada. Es así. Inmediatamente.
Bendiciones.
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9 mar 2011
Entrevistas y video-entrevistas con la ONG "Asuntos de Familia".
Amigos, consiervos y colegas:
Como Uds. saben el Centro de Asesoramiento Familiar (CAF) de nuestra ONG "Asuntos de Familia" es un ámbito abierto a la comunidad, desde 1997, donde el equipo multidisciplinario que lo integra provee a los entrevistados (personas de distintos credos, situación socioeconómica, niveles educativos, etc.) recursos que les posibiliten dar respuestas satisfactorias a los múltiples dilemas (incluidos en una Pastoral Familiar) por los que atravesamos todos y todas en este siglo 21.
Quienes viven en la ciudad de Mar del Plata, Argentina y zona (Batán, Santa Clara del Mar, Villa Gesell, Tandil, Miramar, Mar de Ajó, Necochea, Balcarce, etc.) se comunican con nosotros y convenimos una cita para el diálogo presencial.
Advertimos también -por la cantidad de consultas que privadamente nos llegan de distintos países- la necesidad de establecer simultáneamente un mecanismo que posibilite, no obstante las distancias territoriales, el encuentro lo más directo y enriquecedor posible.
Así, entonces, invitamos a las personas que decidan estar comunicándose (en modalidad video-entrevista, por el sistema skype -clave: "asuntosdefamilia"-) se contacten con nuestra ONG y podamos establecer el momento para entablar esa conversación virtual.
Algunos de los temas que consideramos incluidos -intra y extramuros- en la Pastoral Familiar y que constituyen motivo de consulta en los dos modos precitados (entrevistas y video-entrevistas) son: Matrimonio. Embarazo adolescente. Padres- Hijos. Sexualidad. Discriminación. Comunicación en la "iglesia doméstica". Resolución de litigios. Violencia doméstica. Adicciones. Etc.
Estamos a su servicio. Mientras lidiamos con nuestras propias crisis, podemos caminar junto a Uds. en su camino a Emaús...
Soli Deo Gloria.
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15 ene 2011
Humor: ¿Naturalizamos estas prácticas ilegales e inmorales?
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24 dic 2010
Navidad es (re)encuentro con Dios... ¡y es posible que esto ocurra todos los días!
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3 dic 2010
Convención y protocolo: "Personas con discapacidad" (ONU).
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19 nov 2010
Imaginemos (y construyamos con otros y otras) un mundo distinto.
En una línea del tiempo que nos permita mirar retrospectiva y caleidoscópicamente lo pasado, podriamos reconocer diversas utopías. En este momento recuerdo las de Platón, Tomás Moro, Martin Luther King.
Es posible pensar, y construir junto con otros y otras obviamente, un mundo distinto... Sin violencia y discriminación. Reinvindicando la ternura y la tolerancia a la diversidad. Sin prisas estúpidas. Consumiendo con inteligencia y mesura. Con responsabilidad social. Con transparencia en la política y los negocios. Cuidando nuestras personas (integralmente), y sus respectivos entornos, y al prójimo como a nosotros mismos. Sin individualismo y vanidad. Despojados de caretas. Focalizados en la esperanza. Es posible.
Inicialmente, deberíamos observar-nos y preguntar-nos: ¿Qué aspectos debo deconstruir todavía en mi propia vida y cuáles debo propiciar para convertirme en un promotor intenso y vivencial de esos escenarios, sin discursos vacíos ni dobleces?
Además, estoy persuadido que los que somos cristianos debemos dar una respuesta -cierta, pronta, precisa- al mandato ético que Dios incluye en los Evangelios.
Es posible, sí. Aunque lo que imaginemos no sea exactamente igual que lo que imaginen los otros (incluido J. Lennon).
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13 nov 2010
Las campanas... tocan por vos y por mí.
Inadvertidamente, recordé ciertas lecturas de esa época… En este post quería mencionar que el Premio Nobel de Literatura Ernest Hemingway (1899-1961) utilizó un verso de las "Devociones para ocasiones emergentes" del poeta inglés del siglo 17, John Donne -que dice que la humanidad entera está unida y que si le pasa algo a alguien es como si pasara a todos-, como título para su mítica novela (y subsiguiente película) sobre la guerra civil española: "Por quién doblan las campanas".
"Pensamos que la vida es más vida con poder,
y el poder es una escalera de deberes,
donde el deber primero es amar el amor,
el primer paso en la pirámide de la existencia.
Creemos que la vida es un beso interminable
que nos merecemos y, cuando nos damos cuenta,
se nos ha ido la vida sin haber dado ni las gracias.
Atrapados en los labios de la nada de un todo,
el tiempo circunscribe e inscribe nuestros andares.
Un tiempo que descubre la verdad de lo que somos,
los recuerdos vividos en el bosque de las esencias,
esencias que dieron luz al libro de la conciencia.
Sobre el cielo negro de la muerte,
soledad nos mira, el silencio reposa el desespero,
el preludio de un sueño nos espera,
la eternidad nos aguarda, aunque la tierra nos olvide.
Por ello, cuando la expiración nos llegue,
ya dormidos, abrazándonos al Padre,
nuestro cuerpo labial dejará de hablar
este lenguaje de tronos endemoniados
y de lenguas a imperios anclados;
pero la inmortal alma, ya purificada,
seguirá hablando al mundo
por los poros de la poesía y por los ojos del cielo.
Nadie es una isla completo en sí mismo;
cada hombre es un pedazo del continente,
una parte de la tierra;
si el mar se lleva una porción de tierra,
toda Europa queda disminuida
como si fuera un promontorio,
o la casa de uno de sus amigos, o la tuya propia;
la muerte de cualquier hombre me disminuye,
porque estoy ligado a la humanidad;
y por consiguiente, nunca preguntes
por quién doblan las campanas;
doblan por ti".
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17 oct 2010
Vinieron por mí.
En mis clases (de "Ciencias Políticas", "Educación Cívica", "DDHH y Ciudadanía") me parece muy didáctico re-escribir el contenido del texto del teólogo luterano alemán Martin Niemöller, erróneamente atribuido durante mucho tiempo a Bertold Brech. Esto permite conceptualizar mejor lo que sucede con los "otros".
Ejemplos:
-"Vinieron por los portadores de HIV-Sida y yo no protesté, porque no lo era".
-"Vinieron por las mujeres y yo no protesté, porque no lo era".
-"Vinieron por los católicos y yo no protesté, porque no lo era".
-"Vinieron por los pibes pobres y yo no protesté, porque no lo era".
-Etcétera.
En todos, y en cada uno de estos posibles escenarios sociopolíticos, de no respeto a las minorías, debemos ser sidosos (mujeres, católicos, pibes pobres...) en el sentido de universalizar el cuidado de nuestro prójimo, con empatía y ternura. Eso es la "projimidad".
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27 ago 2010
Foro 2007: "Adolescencia y exclusión" (Mi ponencia en el Hotel Prince).
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18 ago 2010
Tengo un sueño.

Estoy orgulloso de reunirme con ustedes hoy, en la que será ante la historia la mayor manifestación por la libertad en la historia de nuestro país.
Hace cien años, un gran estadounidense, cuya simbólica sombra nos cobija hoy, firmó la Proclama de la emancipación. Este trascendental decreto significó como un gran rayo de luz y de esperanza para millones de esclavos negros, chamuscados en las llamas de una marchita injusticia. Llegó como un precioso amanecer al final de una larga noche de cautiverio. Pero, cien años después, el negro aún no es libre; cien años después, la vida del negro es aún tristemente lacerada por las esposas de la segregación y las cadenas de la discriminación; cien años después, el negro vive en una isla solitaria en medio de un inmenso océano de prosperidad material; cien años después, el negro todavía languidece en las esquinas de la sociedad estadounidense y se encuentra desterrado en su propia tierra.
Hace cien años, un gran estadounidense, cuya simbólica sombra nos cobija hoy, firmó la Proclama de la emancipación. Este trascendental decreto significó como un gran rayo de luz y de esperanza para millones de esclavos negros, chamuscados en las llamas de una marchita injusticia. Llegó como un precioso amanecer al final de una larga noche de cautiverio. Pero, cien años después, el negro aún no es libre; cien años después, la vida del negro es aún tristemente lacerada por las esposas de la segregación y las cadenas de la discriminación; cien años después, el negro vive en una isla solitaria en medio de un inmenso océano de prosperidad material; cien años después, el negro todavía languidece en las esquinas de la sociedad estadounidense y se encuentra desterrado en su propia tierra.
Por eso, hoy hemos venido aquí a dramatizar una condición vergonzosa. En cierto sentido, hemos venido a la capital de nuestro país, a cobrar un cheque. Cuando los arquitectos de nuestra república escribieron las magníficas palabras de la Constitución y de la Declaración de Independencia, firmaron un pagaré del que todo estadounidense habría de ser heredero. Este documento era la promesa de que a todos los hombres, les serían garantizados los inalienables derechos a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.
Es obvio hoy en día, que Estados Unidos ha incumplido ese pagaré en lo que concierne a sus ciudadanos negros. En lugar de honrar esta sagrada obligación, Estados Unidos ha dado a los negros un cheque sin fondos; un cheque que ha sido devuelto con el sello de "fondos insuficientes". Pero nos rehusamos a creer que el Banco de la Justicia haya quebrado. Rehusamos creer que no haya suficientes fondos en las grandes bóvedas de la oportunidad de este país. Por eso hemos venido a cobrar este cheque; el cheque que nos colmará de las riquezas de la libertad y de la seguridad de justicia.
También hemos venido a este lugar sagrado, para recordar a Estados Unidos de América la urgencia impetuosa del ahora. Este no es el momento de tener el lujo de enfriarse o de tomar tranquilizantes de gradualismo. Ahora es el momento de hacer realidad las promesas de democracia. Ahora es el momento de salir del oscuro y desolado valle de la segregación hacia el camino soleado de la justicia racial. Ahora es el momento de hacer de la justicia una realidad para todos los hijos de Dios. Ahora es el momento de sacar a nuestro país de las arenas movedizas de la injusticia racial hacia la roca sólida de la hermandad.
Sería fatal para la nación pasar por alto la urgencia del momento y no darle la importancia a la decisión de los negros. Este verano, ardiente por el legítimo descontento de los negros, no pasará hasta que no haya un otoño vigorizante de libertad e igualdad.
1963 no es un fin, sino el principio. Y quienes tenían la esperanza de que los negros necesitaban desahogarse y ya se sentirá contentos, tendrán un rudo despertar si el país retorna a lo mismo de siempre. No habrá ni descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que a los negros se les garanticen sus derechos de ciudadanía. Los remolinos de la rebelión continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que surja el esplendoroso día de la justicia.
Pero hay algo que debo decir a mi gente que aguarda en el cálido umbral que conduce al palacio de la justicia. Debemos evitar cometer actos injustos en el proceso de obtener el lugar que por derecho nos corresponde. No busquemos satisfacer nuestra sed de libertad bebiendo de la copa de la amargura y el odio. Debemos conducir para siempre nuestra lucha por el camino elevado de la dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en violencia física. Una y otra vez debemos elevarnos a las majestuosas alturas donde se encuentre la fuerza física con la fuerza del alma. La maravillosa nueva militancia que ha envuelto a la comunidad negra, no debe conducirnos a la desconfianza de toda la gente blanca, porque muchos de nuestros hermanos blancos, como lo evidencia su presencia aquí hoy, han llegado a comprender que su destino está unido al nuestro y su libertad está inextricablemente ligada a la nuestra. No podemos caminar solos. Y al hablar, debemos hacer la promesa de marchar siempre hacia adelante. No podemos volver atrás.
Hay quienes preguntan a los partidarios de los derechos civiles, "¿Cuándo quedarán satisfechos?"
Nunca podremos quedar satisfechos mientras nuestros cuerpos, fatigados de tanto viajar, no puedan alojarse en los moteles de las carreteras y en los hoteles de las ciudades. No podremos quedar satisfechos, mientras los negros sólo podamos trasladarnos de un gueto pequeño a un gueto más grande. Nunca podremos quedar satisfechos, mientras un negro de Misisipí no pueda votar y un negro de Nueva York considere que no hay por qué votar. No, no; no estamos satisfechos y no quedaremos satisfechos hasta que "la justicia ruede como el agua y la rectitud como una poderosa corriente".
Sé que algunos de ustedes han venido hasta aquí debido a grandes pruebas y tribulaciones. Algunos han llegado recién salidos de angostas celdas. Algunos de ustedes han llegado de sitios donde en su búsqueda de la libertad, han sido golpeados por las tormentas de la persecución y derribados por los vientos de la brutalidad policíaca. Ustedes son los veteranos del sufrimiento creativo. Continúen trabajando con la convicción de que el sufrimiento que no es merecido, es emancipador.
Regresen a Misisipí, regresen a Alabama, regresen a Georgia, regresen a Louisiana, regresen a los barrios bajos y a los guetos de nuestras ciudades del Norte, sabiendo que de alguna manera esta situación puede y será cambiada. No nos revolquemos en el valle de la desesperanza.
Hoy les digo a ustedes, amigos míos, que a pesar de las dificultades del momento, yo aún tengo un sueño. Es un sueño profundamente arraigado en el sueño "americano".
Sueño que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo: "Afirmamos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales".
Sueño que un día, en las rojas colinas de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos dueños de esclavos, se puedan sentar juntos a la mesa de la hermandad.
Sueño que un día, incluso el estado de Misisipí, un estado que se sofoca con el calor de la injusticia y de la opresión, se convertirá en un oasis de libertad y justicia.
Sueño que mis cuatro hijos vivirán un día en un país en el cual no serán juzgados por el color de su piel, sino por los rasgos de su personalidad.
¡Hoy tengo un sueño!
Sueño que un día, el estado de Alabama cuyo gobernador escupe frases de interposición entre las razas y anulación de los negros, se convierta en un sitio donde los niños y niñas negras, puedan unir sus manos con las de los niños y niñas blancas y caminar unidos, como hermanos y hermanas.
¡Hoy tengo un sueño!
Sueño que algún día los valles serán cumbres, y las colinas y montañas serán llanos, los sitios más escarpados serán nivelados y los torcidos serán enderezados, y la gloria de Dios será revelada, y se unirá todo el género humano.
Sueño que algún día los valles serán cumbres, y las colinas y montañas serán llanos, los sitios más escarpados serán nivelados y los torcidos serán enderezados, y la gloria de Dios será revelada, y se unirá todo el género humano.
Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la cual regreso al Sur. Con esta fe podremos esculpir de la montaña de la desesperanza una piedra de esperanza. Con esta fe podremos trasformar el sonido discordante de nuestra nación, en una hermosa sinfonía de fraternidad. Con esta fe podremos trabajar juntos, rezar juntos, luchar juntos, ir a la cárcel juntos, defender la libertad juntos, sabiendo que algún día seremos libres.
Ese será el día cuando todos los hijos de Dios podrán cantar el himno con un nuevo significado, "Mi país es tuyo. Dulce tierra de libertad, a tí te canto. Tierra de libertad donde mis antesecores murieron, tierra orgullo de los peregrinos, de cada costado de la montaña, que repique la libertad". Y si Estados Unidos ha de ser grande, esto tendrá que hacerse realidad.
Por eso, ¡que repique la libertad desde la cúspide de los montes prodigiosos de Nueva Hampshire! ¡Que repique la libertad desde las poderosas montañas de Nueva York! ¡Que repique la libertad desde las alturas de las Alleghenies de Pensilvania! ¡Que repique la libertad desde las Rocosas cubiertas de nieve en Colorado! ¡Que repique la libertad desde las sinuosas pendientes de California! Pero no sólo eso: ! ¡Que repique la libertad desde la Montaña de Piedra de Georgia! ¡Que repique la libertad desde la Montaña Lookout de Tennesse! ¡Que repique la libertad desde cada pequeña colina y montaña de Misisipí! "De cada costado de la montaña, que repique la libertad".
Cuando repique la libertad y la dejemos repicar en cada aldea y en cada caserío, en cada estado y en cada ciudad, podremos acelerar la llegada del día cuando todos los hijos de Dios, negros y blancos, judíos y cristianos, protestantes y católicos, puedan unir sus manos y cantar las palabras del viejo espiritual negro: "¡Libres al fin! ¡Libres al fin! Gracias a Dios omnipotente, ¡somos libres al fin!"
Dr. Martin Luther King (Jr). Premio Nobel de la Paz. Pastor de la iglesia bautista que desarrolló una labor crucial en Estados Unidos al frente del Movimiento por los derechos civiles para los afroamericanos y que, además, participó como activista en numerosas protestas contra la Guerra del Vietnam y la pobreza en general. Discurso leído en las gradas del Lincoln Memorial durante la histórica Marcha, en Washington DC, el día 28 de Agosto de 1963.
Cuando repique la libertad y la dejemos repicar en cada aldea y en cada caserío, en cada estado y en cada ciudad, podremos acelerar la llegada del día cuando todos los hijos de Dios, negros y blancos, judíos y cristianos, protestantes y católicos, puedan unir sus manos y cantar las palabras del viejo espiritual negro: "¡Libres al fin! ¡Libres al fin! Gracias a Dios omnipotente, ¡somos libres al fin!"
Dr. Martin Luther King (Jr). Premio Nobel de la Paz. Pastor de la iglesia bautista que desarrolló una labor crucial en Estados Unidos al frente del Movimiento por los derechos civiles para los afroamericanos y que, además, participó como activista en numerosas protestas contra la Guerra del Vietnam y la pobreza en general. Discurso leído en las gradas del Lincoln Memorial durante la histórica Marcha, en Washington DC, el día 28 de Agosto de 1963.
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